Solemos pensar que, en un mundo en el cual el “conocimiento es poder”, la inteligencia pura y dura es la clave para el éxito. Sin embargo, basta mirar a nuestro alrededor para ver innumerables casos de personas realmente inteligentes en una situación de abatimiento, e incluso de ruina, al no poder alcanzar el éxito. Y eso nos lleva al GRIT.
GRIT es un término en inglés que no tiene una traducción exacta al español pero que, de acuerdo con el diccionario Webster, se define como “firmeza de carácter y un espíritu indomable”. Y resulta que el GRIT puede ser más determinante para el éxito que la inteligencia, los grados académicos e incluso que la astucia.
De hecho, un estudio conjunto de la Universidad de Pennsylvania, Universidad de Michigan y de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point encontró que la determinación (definida como la perseverancia y la pasión por los objetivos a largo plazo) y el valor, como rasgos, tenían una mejor previsibilidad para el éxito que el coeficiente intelectual.
Ejemplos de esto los hemos visto a montones durante la pandemia y la crisis que generó en nuestro país y en todo el mundo. Especialmente entre los emprendedores y en muchas personas que tuvieron que reinventarse, se dieron casos de éxito que parecían inesperados, pero que estaban soportados en la perseverancia y la valentía de no dejar ser tomado por la pandemia, recesión, situación política, en fin, todo el cocktail que hemos vivido.
Justo hace unos días vi un video extraordinario de Darren Hardy sobre el GRIT, y menciona que las personas valientes “tienden a ceñirse a sus objetivos a pesar de los numerosos reveses y fracasos. (el GRIT) Es el rasgo que te dice que sigas esforzándote, que no pares, que confíes en algo aun cuando todo el mundo se ha rendido o no confían más en ti o todos te dicen que es una locura y no va a resultar”.
Hablamos de una actitud, de poder y creer que podemos lograr lo que sea si ponemos todo de nosotros en nuestro objetivo. Persistir y darlo todo hasta que ese proyecto que nos planteamos esté terminado. Aunque todo el mundo te diga que no lo lograrás, y contra toda adversidad. Es esa voz interna que te mueve aun cuando ya no puedes más. En las maratones le dicen cruzar el muro o the wall en el Km. 30, cuando el cuerpo te pide parar y sólo puedes terminar la carrera, como dicen a punta de “pura cabeza”. Eso es GRIT.
Lo más interesante es que este el GRIT es algo que podemos desarrollar. Como todo en esta vida, desarrollar este rasgo es una decisión, y he mencionado reiteradas veces la importancia de ser conscientes de que tenemos el control. Es algo que va más allá de los títulos, estudios y de nuestras posibilidades económicas, o de nuestro atractivo físico. Puede que no siempre obtengamos exactamente lo que imaginamos, pero si perseveramos a pesar de los contratiempos y fracasos, si lo damos todo con una determinación inquebrantable, lograremos cosas increíbles.
Quiero cerrar este artículo invitándolos al desafío que lanzó Darren Hardy: “Hoy sé valiente, no confíes sólo en tu inteligencia, sino sé valiente ¿En qué estás trabajando hoy?, ¿dónde demostrarás tu firmeza de carácter?, ¿hoy en qué demostrarás tu espíritu indomable?”. Y, aplicando la filosofía de Givers Gain de BNI, empujemos a otros a desarrollar su GRIT. Ayudemos a construir un mundo de valientes, de espíritus inquebrantables. Podemos lograr cosas extraordinarias.