Hace unas semanas escribí un artículo en el cual hacía alusión al “no sé” como una respuesta capaz, tanto de reducir, como de expandir posibilidades. Ahora quiero centrarme en otra palabra que también tiene mucho poder: el “no”.
Puede que la palabra “no” tenga una acepción negativa, de rechazo, pero es también un mecanismo que nos permite tomar control sobre nuestras vidas. Su poder radica, primero, en permitirnos decidir lo que queremos separar o rechazar en nuestras vidas. Asimismo, mediante el “no” puedes ver, de las cosas que tienes en tu vida, donde debes poner límites, un “esto es suficiente.” De igual manera, decidir qué dejas entrar a tu vida, en términos de aceptar un compromiso, o de que entre una nueva persona en tu vida. Vamos a profundizar en ambos “poderes”.
El primero está relacionado con nuestra capacidad de tomar decisiones en relación con lo que ya tenemos. Por ejemplo, pensar con qué personas me relaciono, qué personas quiero y tengo en mi vida, en lo amical e incluso en lo familiar, y por otro lado darme cuenta de que personas “tóxicas” no debería tener en mi vida, tomando la decisión (difícil, sin duda) de ir separándolas de nuestra vida. En los negocios nos tocaría pensar qué proveedores, clientes, jefes, o incluso parte del equipo que tengo, quiero y debo dejar ir.
Lo más probable, en los negocios, es que nos cuestionen “¿cómo vas a dejar a ese cliente o a ese proveedor?”. Pero, aunque esto me genere dudas, en el fondo sé que lo tengo que dejar, porque ese cliente, ese proveedor, es un lastre para mí, representa un tremendo desgaste de energía (les recomiendo leer mi artículo anterior “¿a quién debe cazar el león?”).
Muchas veces olvidamos que lo más importante que debemos tener es estar sanos y sentirnos bien, completos, en paz. Y eso depende completamente de nosotros, de nuestra capacidad de poner límites y tomar la decisión de decir “Ya no te quiero en mi vida porque me estás drenando mi energía”. Difícil pero necesario.
Suena duro, pero esto aplica a todo tipo de personas, no solamente a los proveedores, no solamente a los clientes, sino también a algunas personas en tu familia que están ahí y que tienes que supuestamente mantenerlas en tu vida. La realidad es que no estás obligado a que las cosas sean así, esa decisión es absolutamente tuya.
El segundo poder del no tiene que ver con qué cosas debo, puedo, y quiero dejar entrar como situaciones nuevas en mi vida. ¿Cómo yo puedo elegir, qué clientes, qué proveedores, o qué proyectos quiero tomar? Parece complejo, pero es fundamental para prosperar y ser más eficiente. Steve Jobs, a propósito de esto, decía que una de las grandes cosas que hacían en Apple era decir no a muchísimos proyectos.
Hacer esto te permitirá tener mucho mayor foco, y hará que esos proyectos que sí decides tomar estén súper bien filtrados, bien pensados, y tengan relación con tu propósito, con lo que realmente quieres cuidar. Y de esta forma no tomas cada proyecto que se te presente de manera casi automática, dejas de decidir desde el ego, con un alto componente de soberbia o por cualquier otra motivación que no te suma.
Hay una frase que utilizo mucho: “contrata lento y despide rápido”. Es una lógica simple, pero en varias ocasiones hacemos exactamente lo opuesto, desequilibrándonos innecesariamente. Cuantas veces me he metido en proyectos y compromisos que luego me arrepentí ya que me terminé sobre comprometiendo, cuando debí dejarlos pasar y decir, no gracias, paso.
Al alinear el “no” con tu propósito, con lo que realmente quieres cuidar, serás una persona más ligera, en paz contigo mismo, y eso implica que estarás más enfocado, mucho más eficiente, más efectivo, dándole espacio a otras cosas que sí quieres hacer, que sí te suman.
Convertir al “no” en tu aliado, tenerlo presente, te dará una nueva noción de libertad, de elegir qué hacer en tu día a día, de tener mucho más tiempo, de utilizar efectivamente tus capacidades y así lograr que la energía que tienes a diario la orientes a cosas mucho más poderosas, más creativas, más grandes que tú. ¿Estás listo para aprovechar todo el poder del “no”?
Marcus de Monzarz es asesor estratégico y director independiente, con más de 30 años de experiencia en la alta dirección de empresas del sector minero, arquitectura, construcción, agroexportación e industrial, nacionales, multinacionales, familiares y corporativas, y su gestión está orientada al desarrollo de sus negocios y a la maximización de la rentabilidad.
Además, acompaña a empresarios como Mentor Ejecutivo, privilegiando el planeamiento estratégico y su ejecución, la gestión del cambio cultural y, sobre todo, la formación de equipos motivados de alto rendimiento para el logro de resultados.