El triple Pareto: Cómo elegir tus actividades clave te puede llevar a resultados extraordinarios

Hay una frase de Bruce Lee que, como él, es contundente: “yo no temo al hombre que ha lanzado 10 mil patadas diferentes, yo temo al hombre que ha lanzado una patada 10 mil veces”. Esta frase hace énfasis en la importancia de enfocarnos en una o muy pocas actividades y desarrollarlas hasta lograr una maestría en su ejecución.

Asimismo, resume muy bien lo que explicaba en mi artículo anterior, en el cual explicaba los beneficios de pasar del multitasking al singletasking o, como lo explica magistralmente Bruce Lee, enfocarse en una o en muy pocas actividades, en las que realmente tienen un impacto importante. El objetivo de mi artículo de hoy es ir más allá e identificar esas actividades fundamentales para nuestra vida personal y profesional.

Para ello apelaremos a la Ley de Pareto, también conocida como norma del 80-20. De acuerdo con este principio, el 20% de tus actividades son las que generan el 80% de tus resultados. Normalmente lo relacionamos con ingresos y con rentabilidad, pero ya que es una “ley universal”, lo manejaré como actividades y resultados de impacto importantes. Al aplicar esta ley, podrás analizar, priorizar y enfocarte mejor sobre todas las actividades que debes hacer.

Esto puede parecer suficiente, sin embargo, gracias a los consejos de un par de conferencias a las cuales asistí recientemente, aprendí que hay un paso adicional que realmente cambia las reglas de juego. Hacer un Pareto del Pareto.

Este ejercicio te lleva a una situación en la cual se repite la constante. Al hacerlo, pasamos a descubrir que el 4% de nuestros actividades generan el 60% de nuestras resultados más relvenates. El pasar de 20% a un 4% de actividades relevantes es un verdadero salto cuántico, pues descubres que había un 16% de actividades que no son tan relevantes. Aparentaban ser importantes, pero no lo eran tanto.

Con el primer Pareto, separamos las cosas que no eran realmente importantes de aquellas que generan un impacto. La pregunta que todos nos hacemos al aplicar este principio es ¿qué hacemos con ese 80%? Ese 80 por ciento no lo deberías estar haciendo, debes sacarlo de tu lista de pedientes, de tu agenda. Si valorizas tus horas hombre o tu minuto hombre, te darás cuenta de que, al hacer esas actividades adicionales, estás perdiendo dinero. Tu energía debería estar enfocada en ese 20%.

Lo interesante es que, dentro de ese 20%, también hay algunas otras actividades que no son tan representativas, que pueden parecer importantes, pero que no son vitales y, por esa misma razón, pueden ser delegadas de alguna forma. Ahora bien, ¿cuáles delego y en cuáles me enfoco? Para descubrirlo, debemos hacer un nuevo Pareto y nos daremos cuenta de que solo hay un 4% de nuestro total de actividades que realmente nos generan el impacto importante.

Simplificando lo anterior, si convertimos ese 100% en 100 actividades, la figura quedaría de la siguiente manera: de 100 actividades que tienes, 80 no las deberías hacer; de esas 20 tareas restantes, hay 16 que deben ser delegadas y solo deberías estar enfocado en 4.

Si identificas cuánto vale tu minuto, cuánto vale tu hora, todo lo que esté por debajo de ese valor lo deberías delegar. Y es probable que, con genuina preocupación, pienses, “Ok, pero eso cuesta”. ¿A quién le cuesta? Es la pregunta. Y la respuesta es que te cuesta a TI. Si, por ejemplo, tu valor es de US$ 100 por hora, cualquier cosa por debajo de ese monto no la deberías hacer tú. Porque si no lo delegas, estás perdiendo plata hoy, no mañana cuando tengas el flujo para poder delegar, sino HOY.

Suena simple, sin embargo, hay un reto que debemos asumir para lograr esto: aprender a decir “no”. Warren Buffett, multimillonario hombre de negocios, señala que de cada 100 oportunidades que se le presentan, él le dice que no a 99, y además, que “la diferencia entre las personas exitosas y las personas super exitosas, es que las personas super exitosas en lo negocios le dicen no a casi todo”.

La vida de Warren Buffett está marcada por este precepto. Las cosas que hace son muy pocas, pero las hace de manera extraordinaria. Volviendo al ejemplo de Bruce Lee: repetir una patada 10 mil veces. Y eso hace sentido con la práctica de aplicar un triple Pareto, en una equivalencia de 80 – 16 – 4. Y podemos ir más allá y aplicar un Pareto más a ese 4%, y te darás cuenta de que UNA actividad te puede generar hasta el 50% de tu beneficio.

Es a esa actividad a la que deberíamos entregarle toda nuestra energía, nuestro tiempo, la mayor importancia y reducir al máximo las distracciones. Porque esa actividad o esas actividades fundamentales serán las que nos generarán el mayor impacto. Y para lograrlo, debemos decir que no, como Warren Buffett.

La complicación está en nuestra naturaleza. Somos animales sociales, nacemos con la capacidad de decir que “sí”, nos resulta sencillo. Por el contrario, decir “no” es difícil, nos genera mucha incomodidad y emociones de culpa, de vulnerabilidad, de vergüenza. Pero, en la realidad, el “no” te pone límites, te genera control y autocontrol, te da potencia; el “no” realmente te enfoca.

Esta práctica de hacer un triple o cuádruple Pareto la puedes llevar incluso a las cosas simples de tu vida, y en ese ejercicio te darás cuenta de que son muy pocas las cosas que realmente generan un impacto significativo. Para lograrlo, debemos tener la capacidad, como seres humanos, de poder identificar lo que resulta importante. Este debería ser nuestro nuevo objetivo como personas, como líderes, como industria, como sociedad.

Los dejo con una pregunta: ¿Cuál es esa patada que queremos repetir 10 mil veces?

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